27.11.05

Las opiniones

“En vez de ser consideradas propuestas imprecisas, limitadas por la insuficiencia de conocimiento o el apresuramiento, las opiniones se convierten en expresión irrebatible de la personalidad del sujeto: "esta es mi opinión", "eso será su opinión", como si lo relevante de ellas fuese a quien pertenecen y no en que se fundan.

La antigua y poco elegante frase que suelen decir los tipos duros de algunas películas yankis -"las opiniones son como los culos, cada cual tiene la suya"- cobra vigencia, porque ni de las opiniones ni de los traseros cabe por lo visto discusión alguna ni nadie puede desprenderse ni de unas ni de otro aunque lo quisiera.

A ello se le une la obligación beatifica de "respetar" las opiniones ajenas, que si de verdad se pusiera en práctica paralizaría cualquier desarrollo intelectual o social de la humanidad.

Por no hablar del "derecho a tener su opinión propia", que no es el derecho a pensar por sí mismo y someter a confrontación razonada lo pensado sino el mantener la propia creencia sin que nadie interfiera con molestas objeciones.

Este subjetivismo irracional cala muy pronto en niños y adolescentes, que se acostumbran a suponer que todas las opiniones - es decir, la del maestro que sabe de lo que está hablando y la suya que parte de la ignorancia - valen igual y que es señal de personalidad autónoma no dar el brazo a torcer y ejemplo de tiranía tratar de convencer al otro de su error con argumentos e información adecuada.”

Savater, F. El valor de educar. Ariel, S.A.
Barcelona, abril 2001 pág. 136

2 comentarios:

Unknown dijo...

tiaaaaaaa, sino te conociese te preguntaria ¿Que te has fumado? mola el articulo, encima que te partes el culo(o la opinión) es que es verdad xDDD

Enga, B7

Anónimo dijo...

Insultantemente correcto. Sin palabras...

Tx